Trabajo presentado en el Coloquio Internacional: “Lo invisible de la Depresión y el Duelo: Alternativas de Solución en el Psicoanálisis Actual”
13 de Febrero de 2010.
En la sociedad actual se crea una idea ilusoria de un hombre libre y feliz, como un ideal a alcanzar. Todos desearían ser libres y felices. El problema es la concepción de libertad como la posibilidad de poder descargar las pulsiones en cualquier momento, sin ninguna restricción, ni tomar en cuenta a las personas con las que nos relacionamos. En este mundo ilusorio, felicidad se relaciona con mantenerse en un paraíso de satisfacción permanente, en el que no hay que esforzarse , ni sufrir, a costa de quedarse en la fantasía del regazo materno, sin crecimiento alguno.
Por lo anterior, no se permite la expresión de afectos dolorosos, como la depresión. Sin embargo todos los afectos cumplen funciones, así como la depresión nos ayuda a elaborar el duelo de aceptar la pérdida y transformar tanto el mundo externo, así como el interno. Las depresiones hay que llorarlas. Este proceso se lleva a cabo mediante la internalización del objeto perdido, como explica Freud en Duelo y Melancolía a sentirnos acompañados.
Otra dificultad de la sociedad posmoderna es la no aceptación de la Ley paterna, de la autoridad, ya que se devalúa y no se acepta. Lo que no permite la salida de ese paraíso que implica estar junto a la madre. La consecuencia es que la personas no se pueden apoyar en una autoridad que proteja y en la cual se pueda fundamentar. Tampoco permite pasar al orden de lo simbólico, para crear cultura, arte y ciencia o simplemente para pensar y tener relaciones interpersonales profundas.
La desilusión de darse cuenta que no se está en el paraíso, le permite al hombre buscar la forma de encontrar lo que para él represente el paraíso aquí en la tierra. Elaborar el duelo de las pérdidas cotidianas de la vida dan la fortaleza de recurarse y seguir adelante.
Una tarea fundamental en nuestra sociedad actual es no dejarse ahogar por esta ilusión y buscar la satisfacción más permanente de las relaciones emocionales profundas y estables, respetando a las personas con las que convivimos. La elaboración del duelo de la depresión puede ser transformacional, ya que realiza cambios interno que fortalecen a las personas.
Necesitamos crearnos nuestros paraíso real, junto con las personas que amamos, transformándonos a nosotros mismos y a nuestro entorno en la medida que somos capaces.
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